martes, 26 de octubre de 2010

La cueva del diablo, por Sebastián Caro Galeano


Esta historia comienza con una cueva. Una tarde de 1989 un chico fue a una cueva en el municipio de Giraldo a acampar, pero nunca regresó a su casa. Sus padres llamaron a la policía y dijeron:

-Donde está nuestro hijo, díganos por favor. Él es moreno, es bajo, como de un metro con 20.

Y el policía les dijo:

-No tenemos a nadie con esas descripciones, no señora, lo siento.

Tres días después apareció el chico y les contó que había vivido muchas cosas inimaginables. Unos rescatistas fueron al lugar de los hechos, entraron a la cueva y cuando ya no se veía nada por la oscuridad se oyó el crajido de los huesos de los rescatistas. ¿Qué habrá pasado con ellos?     



En una entrevista que hice a los compañeros de la red sobre la leyenda que estoy investigando, me dijeron lo siguiente:

1. Que las cuevas son oscuras y se escuchan ecos.
2. Esta muy buena pero tengo que ponerme en el lugar de el muchacho.
3. Bakana y terrorífico.
4. Es muy tenebrosa.
5. Que es terrorífica y muy interesante.
6. Que es muy miedosa.
7. Es de verdad y muy bakana.
8. Muy interesante, terrorífico y miedoso.

Por los testimonios que pudieron observar les puedo decir que les podrá gustar esta historia, aunque es un poco tenebrosa. 


Mi mito lo escogí porque tiene un poco de suspenso. Me parece un verdadero reto para el muchacho. También me intriga lo que haya vivido en la cueva.


Investigando me divertí mucho; me gustaría dedicarme a ser investigador. Yo me pregunto como se creará un mito de gran magnitud como este y cómo un mito hace parte de la cultura general de un municipio o un departamento. Invito a los lectores a que cometen en el blog. Gracias
  

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